¿Una educación pública y de calidad?

En el último pleno celebrado el pasado 26 de abril el GM Socialista presentó una moción contra las medidas de recortes en educación elaboradas por el gobierno del Partido Popular, moción que fue aprobada con los votos socialistas y los de IU. Bajo el lema “Por una educación pública y de calidad, no a los recortes” pretenden ganar en la calle lo que perdieron en las urnas. Un poder perdido, entre otras razones, por haber situado al país en una situación económica al borde del precipicio, situación que el actual gobierno está obligado a resolver. La historia se repite; cuando el PSOE arruina a España, tienen que venir el PP a intentar resolverlo. Ya pasó en 1996, y trataremos que vuelva a suceder ahora. Y para ello, el gobierno está obligado a tomar medidas tan dolorosas como inevitables para recuperar la situación. Una situación provocada por la mala gestión de los gobiernos socialistas que quieren ocultar con mentiras como que se va a privatizar lo público; se van a reducir las becas; o se quiere atacar el sistema educativo español. Y nada más lejos de la realidad.

Lo que el gobierno quiere es introducir mecanismos, algunos de ellos provisionales (como la modificación de la ratio o el aumento de horas lectivas a los profesores) de flexibilidad para permitir a las Comunidades racionalizar su gasto educativo y que este sea más eficaz. Estas medidas deben ser tomadas en función de la situación económica de cada comunidad, y han sido motivadas por la coyuntura económica extremadamente complicada que tenemos en España, heredada del anterior gobierno socialista. El fin último de las cuentas que presenta este gobierno es alcanzar los objetivos generales en el actual contexto económico y fiscal, de reducción de déficit público y la desaparición de duplicidades entre las Administraciones públicas. Es necesario, por ello, un esfuerzo mayor de lo previsto, ya que nos encontramos ante una situación de emergencia económica que requiere de medidas excepcionales.

Y es que no deja de ser curioso que los socialistas se escuden en la defensa de la educación pública y de calidad para ejecutar sus ataques partidistas contra el gobierno, ya que en España, en los últimos 20 años, solo hemos tenidos leyes de educación socialistas. Leyes, como la famosa LOGSE, que solo han contribuido a un continuo empobrecimiento de la educación de nuestros jóvenes. Con un 26 % de fracaso y un 28,4 % de abandono escolar doblamos la media europea (14,4 %). Además, los alumnos españoles de quince años se encuentran a la cola de Europa en lectura. Nos supera Grecia, Portugal, Francia, Reino Unido… En España tan sólo el 25,4% de la población entre 25 y 34 años tiene estudios medios. En Alemania, el 60,3%. En Francia y el Reino Unido superan el 40%. El actual modelo ha roto la igualdad de oportunidades entre todos los españoles. La diferencia entre comunidades autónomas en relación al nivel de conocimientos de los alumnos ha llegado a ser de un curso académico. España tiene 79 universidades, pero ninguna de ellas se encuentra entre las 150 primeras del mundo.

Seguir manteniendo el mismo modelo tendría unas consecuencias muy negativas para el crecimiento económico de nuestro país. Más de la mitad de los jóvenes abandonan la escuela con una muy baja formación y escaso conocimiento de idiomas. Cuando se evalúa el modo en el que nuestro sistema educativo transmite a los alumnos el conocimiento de las materias fundamentales como la lengua, las matemáticas y la ciencia quedamos, año tras año, lejos de los mejores. Todos los informes internacionales reconocen la calidad del profesorado como factor decisivo para la mejora de la calidad del sistema. En España el actual modelo educativo ha diseñado un sistema de acceso a la función docente que frustra las expectativas profesionales de muchos jóvenes. Es preciso elaborar un Estatuto del docente que diseñe una verdadera carrera profesional y que reconozca al profesorado como autoridad pública.

Por todo ello, el gobierno de España se ha visto en la necesidad de tomar medidas urgentes, a las que seguirán en breve la aprobación de una nueva ley de educación que venga a resolver esta desgraciada situación a la que los gobiernos socialistas ha llevado la educación en España. Despropósitos socialistas basados en el despilfarro económico, que ha puesto en serio riesgo el sistema educativo público (casi inexistentes medidas de control de Becas; desmedido y descontrolado gasto en instrumentos prescindibles en la educación como ordenadores y portátiles; etc.), y en una legislación educativa que ha eliminado del sistema educativo el valor del esfuerzo y la excelencia, dando lugar a que, por ejemplo, un alumno pueda promocionar de curso en la ESO con todas las asignaturas suspensas, o que puede titular hasta con tres materia no aprobadas. Es decir, el colmo del despropósito, que ahora quieren ocultar desde una oposición irresponsable por partidista y mentirosa, instrumentalizando a alumnos, profesores y padres en una estrategia de la confrontación y la gresca