Tras un año de legislatura, la Plaza sigue presentando un aspecto lamentable. Parece que las prisas y presiones orquestadas, durante la campaña electoral, han cesado. Ahí está triste y sola. Como un páramo. Sin una sombra, sin un árbol. Sin una simple maceta de flores. Sin una mínima fuente o grifo donde los niños, y no tan niños, puedan beber, tras su juegos o después de sus charlas y disputas. Ahí está, parece muerta, pero está sin vida. Y junto a la Plaza, su anexo, la remodelada, de forma parcial, Plaza de la Constitución, el “cuadrado”, monumento al mal gusto, de desacertada estética y utilidad, una rémora más a una gestión municipal, afortunadamente, pasada; con esos “magníficos” sótanos tapiados, y ,hasta hace poco, llenos de residuos y de ratas.
¿A que espera el gobierno municipal para actuar?. ¿Es que no es más que tiempo suficiente el paso de un año para adecentarla aunque sea de forma temporal?. ¿Cómo es posible que no existan recursos e imaginación para acometer una actuación municipal provisional a la espera de su finalización definitiva?. Si el problema ya estaba cuando se asumió el gobierno municipal, ¿para cuándo las soluciones?. Pongamos, no lo dudamos, que sea verdad que se están haciendo nuevos estudios y proyectos e incluso las dificultades de financiación de la última fase, pero, ¿vamos a estar así hasta entonces?, ¿Por qué no una solución coyuntural, imaginativa y de mínimo coste?.
Por ello, consideramos que es imprescindible una actuación municipal.
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