Cuando el Presidente de la Diputación, el Delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía, diferentes Delegados provinciales o incluso Consejeros autonómicos utilizan sus cargos públicos en beneficio de su partido (PSOE) en lugar de en beneficio de los ciudadanos a los que representan, mal vamos. Viene esto a colación porque todos estos señores han visitado la cuenca minera, en calidad de los cargos que representan, y siempre lo hacen acudiendo a Nerva o Campofrío, es decir, dónde gobierna el PSOE.
Es llamativo que para hablar de la apertura de la mina de Riotinto acudan a Nerva o para presentar a la diputada provincial; sra. Rivas, de El Campillo, acudan a Campofrío. También se echa en falta la cantidad de visitas de Consejeros o Diputados que se producían a Zalamea cuando gobernada el anterior alcalde socialista.
Si este simple detalle indica el partidismo de representantes públicos, figúrense Udes cuando de financiación se trate. Por tanto, estos señores que dicen querer acercar la Diputación a las comarcas lo único que intentan es acercarla a los sitios dónde gobiernan. Lamentable actitud que pone en cuestión el supuesto modelo descentralizado del Sr. Caraballo y es que después de treinta años de hacer lo que les ha dado la gana, la conversión resulta difícil por mucho que traten de disimular.
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