El balance del Gobierno de IU, en su segundo año, en el Ayuntamiento de Zalamea es decepcionante, de frustración y de incapacidad manifiesta. No hay ningún resultado, ninguna acción consolidada, nada que se pueda destacar, al margen de lo efímero y de las actuaciones ordinarias del municipio, para las que no sería necesario un alcalde y su asesor a tiempo completo (ambos con cargo a los presupuestos municipales), sino que bastaría un gerente o el propio personal de la administración municipal.
Todo está por hacer: La Plaza (plaza de la constitución y la reurbanización y pavimento de la calle “la plaza”), la guardería, terminar el pabellón, los usos del mercado de abastos, el plan de limpieza de parque y jardines (aprobado en pleno), las actuaciones singulares en nuestras aldeas, los servicios de la policía local los fines de semana, el Presupuesto Municipal,…,.
No se afrontan, con contundencia e imaginación cuestiones relevantes para el municipio, aunque no sean de estricta competencia municipal: la sostenibilidad económica de la residencia de ancianos, la restauración del conjunto iglesia-torre; un plan de formación para jóvenes y desempleados,…,.
Todo es plano, anodino, lento e ineficaz. Es que quizás se esté planteando dimitir el Alcalde de IU y su equipo, o, quizás, piensan hacer, como el anterior gobierno municipal, -lo que tanto criticaron-, afrontar todas las obras y actuaciones, deprisa y corriendo, meses antes de las próximas elecciones. Dejando todo sin acabar y al ayuntamiento endeudado aún más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario